sábado, 25 de mayo de 2013

El caso del doctor Crippen: Un crimen victoriano


                     DOCTOR HAWLEY HARVEY CRIPPEN

CRIMEN Y CASTIGO EN LA INGLATERRA VICTORIANA




Doctor Crippen:
un asesino enamorado



El uxorixida y su amante en la audiencia penal


Inspector Walter Dew:
el policía que capturó al doctor Cripper




El doctor Hawley Harvey Crippen aunque nacido en Norteamérica parecía el prototipo del sobrio científico británico de la época victoriana. Sus fotografías en las cuales se destaca su semblante adusto, enmarcado bajo gruesas gafas que lo dotan de un aire intelectual, así lo atestiguan.

Sin embargo, tal cual sucediera con tantos otros casos, también aquí las apariencias engañaban. Y es que el buen doctor, que llevaba más de una década casado con Cora; una cantante y corista que respondía al sobrenombre artístico de Belle Elmore, se enamoró perdidamente de su juvenil secretaria Ethel Le Neve. Así las cosas, en lugar de tramitar el divorcio el hombre optó por un método más veloz y radical: asesinar a su molesta cónyuge.

Se pretendió que el médico era dominado por su mujer, que aquella artista de music-hall lo maltrataba y le hacía la vida imposible.

Lo comprobado en la autopsia fue que el homicidio se debió a envenenamiento causado por la ingestión de cinco gramos de hioscina. En el ulterior juicio se supo que el 7 de enero de 1910 el galeno compró esa substancia en la farmacia de los señores Lewis y Burrows, y cinco semanas después se la administró a su mujer.

Una vez perpetrado el crimen fríamente planeado, entre ambos amantes procedieron a desmembrar el tieso organismo de la víctima. Seguidamente se disfrazaron (Ethel se vistió con ropas de muchacho) partiendo de Londres a bordo de un vapor con destino a Estados Unidos de Norteamérica. Para desgracia del dúo, el capitán del buque demostró ser una especie de detective aficionado y dio aviso a Scotland Yard por conducto del recién inventado telégrafo sin hilos, comunicando a las autoridades los recelos que albergaba acerca de aquellos dos extraños pasajeros.

En ese intermedio la policía británica ha localizado unos cuantos fragmentos de Cora Crippen sepultados bajo el sótano, y se da comienzo a la cacería de los prófugos. A través del Océano Atlántico el Inspector Walter Dew -también convenientemente disfrazado- será el encargado de detener a la pareja criminal en fuga y de escoltarlos de regreso a Inglaterra.

Años atrás, siendo un muy joven policía, Walter Dew había concurrido, en la gris mañana del 9 de noviembre de 1888, a la tétrica habitación número 13 de la pensión de Miller´s Court. Allí presenció la visión horrible de un cuerpo tan destrozado como el de Cora Crippen: el cadáver perteneciente a la atractiva prostituta que en vida se llamó Mary Jane Kelly. Ante la pregunta de si pensaba que el matador de aquella infortunada, el mítico Jack el Destripador, podía ser un cirujano, Dew declaró a la prensa: "Si esa es la obra de un cirujano, entonces resulta muy fácil ser cirujano".

Pero ahora el destino ponía al pesquisa cara a cara con un médico del cual estaba acreditado que era un descuartizador. La captura de aquél homicida -detallada años más tarde en un libro de su autoría titulado "Yo atrapé a Crippen"-, conformaría uno de los méritos más notables en la foja de servicios del tenaz detective victoriano. Y es que al policía nuevamente le había tocado ser partícipe de un hallazgo macabro. Al levantar los ladrillos que tapaban el suelo del sótano de la residencia de Hilldrop Crescent -hogar del matrimonio Crippen- Dew se topó con los restos de la faena del doctor. Se trataba de una masa putrefacta recubierta por una costra de cal, aplicada a efectos de agilitar la descomposición.

Esos despojos humanos constituían lo único que quedaba de la esposa del victimario. Aquel cuerpo carecía de cabeza, de miembros y de huesos. Para facilitar la eliminación del cadáver: ¡El médico había deshuesado a su mujer! Pese a la exhaustiva investigación practicada jamás aparecieron las partes que faltaban de la anatomía de Cora Crippen.

4 comentarios:

  1. Podría haber otros puntos de vista para el caso Crippen. En su estupendo libro "Conan Doyle, detective" (editorial Alba), que documenta la intervención del autor de Sherlock Holmes en diversos casos criminales de su época, Peter Costello sostiene la teoría de que Crippen mató a su mujer accidentalmente, al administrarle la droga con el objetivo de calmar su impulsividad sexual. Luego, sí, procedió a ocultar el cuerpo, seguramente presa del pánico. Eso -y la posterior huida- sentenció su condena a muerte.
    Es al menos una perspectiva interesante. Te recomiendo el libro, amigo Gabriel. También hay un capítulo dedicado a Jack el Destripador, un caso que Conan Doyle siguió muy de cerca, como bien sabes.
    Un saludo cordial.

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  2. Muchas gracias José Luís por tu comentario y por seguir este blog.
    En Uruguay no fue publicado el libro que tu mencionas sobre Conan Doyle, trataré de leerlo en la web si estuviera disponible.
    Abrazo.

    Gabriel

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  3. Gabriel, no creo que esté disponible en la red. Pero seguramente puedes conseguirlo barato a través de Iberlibro u otras librerías on line. Realmente te interesa porque trata una serie de casos que coinciden en el tiempo con los del Destripador. Aparte de considerar las aportaciones de un detective aficionado como Conan Doyle.
    Un abrazo.

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  4. Hola José Luís.

    Finalmente un amigo peruano seguidor de este blog y del caso de Jack the Ripper tuvo la amabilidad de remitirme el archivo del libro sobre Conan Doile que tu señalaste y que no circula en mi país. Leí el capítulo que se dedica a Crippen. Se trata de una hipótesis ingeniosa, pero la mayoría de las pruebas parecen apuntar a que el doctor efectivamente asesinó a su mujer y no se trató de un suicidio.
    Abrazo

    Gabriel Pombo

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Gracias por comunicarse con Gabriel Pombo.