sábado, 19 de noviembre de 2011

Jack el Destripador y la teoría de los "copycat"

¿HUBO MAS DE UN JACK EL DESTRIPADOR?: LA TEORÍA DE LOS ASESINOS COPYCAT Primera parte.






Imágenes:

¿La víctima y su asesino?:





Arriba la derecha: ELIZABETH STRIDE
, fotografía mortuoria.
Arriba a la izquierda: dibujo de su amante, el sospechoso MICHAEL KIDNEY.


La imitación asesina podría haber jugado su preponderante rol durante los homicidios tradicionalmente asignados al viejo monstruo de la era victoriana que pasó a la historia con el seudónimo delictivo de "Jack el Destripador".

Pero. ¿Es sostenible la hipótesis de que en el caso de Jack the Ripper hubiesen participado sucesivos criminales oportunistas? ¿Resulta creíble que se haya tratado de más de un ejecutor? ¿Podrían los victimarios no guardar relación entre sí, desconociendo uno la identidad de otro, y así sucesivamente?.

De haber acontecido tal extremo, el feroz maníaco en cuestión no habría, tal como lo conocemos o creemos conocerlo, existido jamás.

La formulación en apariencia disparatada nos recuerda que en la figura del anónimo y esquivo personaje confluyen tanto ingredientes de la realidad como de la fábula y de la mitología.

No obstante las legítimas dudas que la hipótesis de los copycat en el caso de las mutilaciones del este de Londres suscita, varios estudiosos han planteado que dicha posibilidad realmente se verificó. No todos los asesinatos clásicamente atribuidos al matador (los denominados "crímenes canónicos") concitan el consenso de los expertos.
Por ejemplo, es pertinaz la desconfianza en relación con el presunto tercer homicidio, el perpetrado contra la prostituta sueca de cuarenta y cinco años llamada Elizabeth Stride (apodada "Long Liz" o "Liz la Larga").

Hasta pocos días antes de su óbito (acaecido en la madrugada del 30 de septiembre de 1888) la mujer convivió con un belicoso irlandés de nombre Michael Kidney. Se separaron luego de una violenta pelea (una de las tantas), y Liz ya lo había denunciado a causa de malos tratos verbales, amenazas y agresiones.

El individuo (cuyo apellido rememora inquietantes evocaciones, pues equivale a "Riñón" en lengua inglesa) exhibió un comportamiento tan asombroso que despertó justificada suspicacia en investigadores ulteriores, aún cuando debe admitirse que no fue considerado sospechoso para la policía de la época.

Sin embargo, tanto sus declaraciones inmediatas al cruel desenlace, cuanto sus actitudes posteriores, dieron pábulo a acentuados recelos. De ser veraz la conjetura de que dicho hombre fue el ultimador de su novia, no cabría dudar que interpretó a entera satisfacción el papel de inocente, cual si de un buen actor aficionado que supo cubrir hábilmente sus huellas se hubiese tratado.
Supo fingir indignación frente a la incompetencia de que hizo gala la policía a la hora de desenmascarar al culpable de la muerte de su "amada" Elizabeth.

A escasas horas de saberse del crimen se apersonó a la comisaría de la calle Leman y montó un escándalo. Entró borracho y tomó por las solapas al sargento de guardia, al cual le espetó: "Si hubiesen asesinado a Liz la Larga en mi distrito, y fuese policía, yo ya me habría matado".

Entre otros peritos, la ripperóloga A.P.Wolf, autora de "Jack. The Myth", sustenta la culpabilidad de Michael Kidney en el homicidio de Elizabeth Stride, y destaca que el incidente antes referido ocurrió el 1º de octubre de 1888, un día después del atentado fatal contra la meretriz, cuando por entonces los policías todavía no sabían cual era la identidad de esta víctima. Por consecuencia, a esta escritora el incidente provocado en la comisaría, donde tan histriónicamente Kidney manifiesta su desazón echando en cara a los agentes lo ineficaces que eran por no descubrir al ejecutor de su amante, le parece que es una de las más firmes pruebas de la responsabilidad que le cabría al sujeto.

¿Cómo pudo saber en aquel momento este hombre que la aún anónima víctima del Destripador no era otra sino su amante Long Liz?. Y más aún: ¿Cómo podía saberlo si al declarar en interrogatorios posteriores reconoció que desde varios días atrás, luego de una agria disputa, se encontraba separado de ella?

Por lo tanto, Michael Kidney se erigiría en un sospechoso de primer orden respecto del asesinato de esta víctima en particular.

De aquí se infiere que un copycat -por lo menos- habría aparecido en escena en el drama del Destripador, y podría haber aprovechado los crímenes de aquél para echar en su cuenta la muerte (motivada por celos o despecho ante el abandono sufrido) de aquella mujer que fue por mucho tiempo su amante y concubina.

5 comentarios:

  1. Hola Gabriel,

    Hacía días que no conversabamos. Quería comentarte un par de cosas.
    En primer lugar decirte como curiosidad, que la próxima película del director español José Luis Garcí versa sobre Jack The Ripper.
    También ví un documental, interesante, sobre una toería que apunta como sospechoso al encargado de la Morgue sita en la zona de los crímenes.
    Y finalmente quería recabar tu opinión, en el caso de que lo conozcas,sobre el libro de Philippe R. Welté acerca de Mary Kelly.
    La verdad es que la teoría de los copycat es inquietante, pero soy perstinaz respecto a que de todos los asesinatos, incluso los que a veces se le atribuyen según que autores, el único que no encaja es el de Kelly, y ese es mi rastro preferido de investigación, porque creo que es el que tiene la clave, maxime dada la complejidad de lo aportado por testigos.
    Al parecer el libro de Philippe R. Welté, aportaría nuevos datos "definitivos", pero es un libro editado solo en Francia, y no domino el idioma.
    ¿Sabes algo acerca del contenido del mismo?. Gracias.

    Gabriel.

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  2. Hola Gabriel.
    Perdona la demora en responderte.
    Realmente te agradezco el dato sobre la película española atinente al Ripper, estaré atento.
    Respecto del libro de Welté la verdad es que no tengo noticias
    Como siempre un gusto que te comuniques con este blog

    Gabriel Pombo

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  3. Gabriel,

    Estuve en el rodaje, como invitado, acaecido en Madrid, concretamente unas escenas rodadas en el Casino, sito en el centro de la ciudad.
    Al parecer, según me comentaron, la película desarrolla la idea de Sherlock Holmes persiguiendo el rastro de Jack en la capital española.
    Tuve oportunidad de charlar con uno de los encargados de aportar datos en la elaboración del guión,
    y le comenté el ineterés que tiene tu blog, donde se recojen todo tipo de teorías.
    Al Señor con quien pude compartir tan amigable charla le sorprendió que un hombre de ciencias como yo,
    tuviera un interés tan especial por el caso del Ripper, aunque al parecer, ha ido descubriendo muchas sorpresas similares.Y es que el misterio que envuelve lo acaecido en el Otoño del Terror, creo,resulta tan intrigante, debido a las multiples explicaciones que ofrece, sin que ninguna haya sido aceptada como definitiva.Por cierto, este Señor,ha llegado a su conclusión personal...según le parece a él, no se trataría de un copy cat, sino de 3 asesinatos, cometidos por el mismo autor,más otros 2 llevados a cabo por los ex amantes de las víctimas correspondientes, , que aprovecharían las macabras circustancias, para intentar darles el áspecto de achacables a un único asesino en serie.
    Por cierto, el libro que te mencionaba de Welté tiene pinta de ser una fantasía pseudo fantasmagórica, donde el espectro de "Ginger" se aparece 120 años después,describiendo a su asesino.

    Un abrazo Gabriel.

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  4. Estimado Gabriel

    La persona con la cual hablaste menciona la hipótesis de que el Ripper sólo asesino a tres de las víctimas y que las otras dos víctimas canónicas fueron eliminadas por amantes de las respectivas mujeres.
    Supongo que se refería a posiciones como la del ripperólogo Stewart P. Evans que comentó en un especial de Discovery Channel dedicado al Destripador que únicamente había certeza que tres de los crímenes procedían de la misma mano, atendiendo al modus operandi empleado, a saber: los homicidios de Polly Nichols, Annie Chapman y Catherine Eddowes. Ponía en duda a las muertes de Liz Stride y de Mary Jane Kelly.
    Los posibles asesinos de estas chicas podrían haber sido sus amantes Michael Kidney y Joseph Barnett, respectivamente.
    Pero, claro estás, sólo se trata de una hipótesis.
    Abrazo.

    Gabriel Pombo

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  5. Hola Gabriel,

    En efecto, tal como comentas. Me parece una hipótesis plausible y razonable.No obstante yo discrepo respecto al asesino de Kelly,el ensañamiento perpetrado con su cuerpo, no me parece propio de un ex amante celoso.Nadie, creo, por enojado que este, se dedica a semejante festín de locura, ni siquiera solo por disfrazarlo de un psicopata, salvo que realmente se trate de un perturbado en grado sumo.
    Por ello Maybrick me ha gustado siempre como el candidato más idóneo.Estaba muy enfermo mentalmente, loco de celos por motivo de el affair de su mujer, y además era adicto a drogas.
    Como le comentaba a este Señor...sería motivo de una novela fántastica, hacer que restos de Maybrick y Kelly fueran sometidos a estudios de adn para asi establecer una relación definitiva.
    Dado que había partes del cadaver de la muchacha completamente desolladas, podría haber dejado Maybrick la impronta de su adn tal vez al cortarse dando tantas tajadas y impregnando con su propia sangre a la pobre víctima.
    Lo que es obvio que Ripper es un pozo sin fondo...salvo que ocurra el milagro de una prueba irrefutable.
    Un abrazo.

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Gracias por comunicarse con Gabriel Pombo.