domingo, 18 de septiembre de 2011

Jack el Destripador: Sus perfiles psicológicos










PERFILES PSICOLOGICOS ANTIGUOS Y MODERNOS DE JACK EL DESTRIPADOR







Imágenes: Moderno retrato robot de Jack el Destripador y fotografías de pioneros en perfilación criminal los doctores Thomas Bond (arriba al centro) y Forbes Winslow (arriba a la izquierda).







El inicial "perfilador" -cuando aun no se conocía ese término- contemporáneo a los acontecimientos quien, a requerimiento de las autoridades de Scotland Yard, ofreciera un perfil psicológico sobre Jack el Destripador, lo constituyó el doctor Thomas Bond, profesional que expuso su informe diagramando el primer contorno científico tendiente a predecir las claves íntimas del hombre que se ocultaba tras el anónimo criminal de Whitechapel.

De acuerdo con este facultativo, los homicidios que ulteriormente darían en denominarse "canónicos" fueron todos facturados por el mismo agresor, el cual no había dado cuenta de una especial sapiencia técnica a la hora de emprender las mutilaciones. No se habría tratado de un cirujano, ni de un sujeto vinculado a la profesión médica. El motivo de los asesinatos consideró que radicaba en un desenfrenado apetito sexual, pese a que las autopsias practicadas a las víctimas descartaban la presencia de fluidos seminales. Tal vez era impotente o sufría dificultades para acceder al coito de manera normal.

A partir de datos recabados en la escena de los crímenes, y del análisis de los cadáveres, el forense se animó -cosa insólita para aquella época- a plantear su parecer sobre cuál podría ser la personalidad del matador. A éste lo imaginó como un individuo de mediana edad, costumbres sobrias y temperamento sosegado, de quien sus vecinos jamás sospecharían nada malo. Debía disponer considerables ingresos económicos y un trabajo estable que le impedía cometer sus asaltos en los días hábiles, lo cual justificaba que éstos siempre tuviesen cabida los fines de semana.

De modo pues que en los balbuceos en pos de elaborar un esquema psicológico sobre este tan extraordinario homicida, se lo conceptuaba un delincuente de índole sexual, detentador de una doble personalidad al más puro estilo de Dr. Jekyll y Mr. Hyde.
Otro perfilador contemporáneo a las mutilaciones victorianas fue el doctor Lyttleton Stewart Forbes Winslow, un reputado neurólogo o "alienista" -expresión mediante la cual se designaba en la era eduardiana a tales profesionales de la medicina- el cual postuló la hipótesis de la influencia lunar como causa motora de la masacre perpetrada por el desventrador londinense.

Este médico era un especialista en afecciones mentales y procedía de una antigua prosapia de galenos. Las matanzas del Ripper lo perturbaron en grado sumo y, una vez puesto a meditar cómo resolver el enigma, se forjó una rápida idea de cuál podría ser la más probable personalidad del culpable de aquellas salvajadas. Su conjetura cardinal acerca de la identidad del victimario giraba en torno a la noción de que aquél era un desorientado con dogmáticas creencias religiosas, persuadido de estar llamado a cumplir en la tierra un destino aniquilador designado por Dios.

En declaraciones formuladas para el periódico The New York Times en Nueva York, Estados Unidos, el 1 de setiembre de 1895, durante su asistencia al congreso médico legal de agosto a setiembre de aquel año, el galeno informó que Jack el Destripador era un estudiante de medicina proveniente de una respetable familia. Adujo que tendría una complexión delgada, tez pálida, cabellos claros, ojos azules, que su exterior luciría irreprochable y que estudiaba intensamente.

Forbes Winslow explicó que el endeble raciocinio de ese joven se fue derrumbando, y que único sostén que le quedó fue su fanatismo religioso. Propuso que el hombre asistía puntualmente a los oficios matinales de la catedral San Pablo. Su fervor místico lo habría llevado a ensañarse con las mujeres de la calle, a quienes buscaba exterminar obedeciendo a un programa de moralización y saneamiento social autoimpuesto.

En definitiva, la descripción propuesta por el doctor Winslow reviste puntos de contacto con clasificaciones que la moderna criminología muy ulteriormente diseñó con respecto a los tipos o perfiles de los asesinos en serie. Lo más peculiar del retrato psicológico diagramado por este profesional reside en que el modelo de homicida que postuló para la identidad del Destripador mezcla rasgos de dos categorías de la actual perfilación delictual, a saber: la del "asesino misionero" y la del "asesino visionario".

Mucho tiempo transcurrió desde aquellas primitivas formulaciones debidas a los doctores Thomas Bond y Forbes Winslow. Actuales estudios realizados en la confección de perfiles psicológicos sobre la identidad y personalidad de quien podría haber sido de mutilador determinaron que, en noviembre de 2006, un grupo de expertos reconstruyeran la fisonomía probable del mítico ultimador en serie victoriano.

A tal fin, se valieron de los testimonios que entendieron más fiables en la época y construyeron una imagen robot de cómo habría lucido la faz del escurridizo finiquitador, recreando así su plausible apariencia fisonómica. Laura Richard, jefa del comando de crímenes violentos de Scotland Yard fue la encargada de coordinar a un selecto equipo que incluyó a patólogos, historiadores y peritos en la elaboración de análisis criminales.

La evidencia recopilada los indujo a establecer que el culpable debía contar, al momento de ejecutar la carnicería, con una edad de entre veinticinco y treinta años, medir entre un metro sesenta y cinco y setenta, gozar de una complexión robusta, portar un poblado bigote negro, lucir cejas espesas, y ostentar una cara angulosa con acentuados pómulos. Su exterior sería prolijo, y en su entorno social dejaría la impresión de ser una persona perfectamente cuerda, aunque era capaz de alcanzar cotas de violencia explosiva. Estimaron que debía residir en forma permanente en la región donde sucedieron los desmanes, y que probablemente se trataba de uno de los tantos ocupantes de aquellos atestados edificios situados en los alrededores de las calles Dorset y Flower and Dean.

El retrato robot dio la vuelta al mundo incluyendo los citados rasgos faciales y, en su conjunto, la sensación que provoca es que no se trataba de un inglés, y ni siquiera de un anglosajón. Por cierto que no se parece en nada al clásico rostro británico, sino que el retrato refleja la fisonomía de un extranjero. La de uno de los tantos inmigrantes rusos, polacos o judíos que en las postrimerías del siglo XIX pululaban por los barrios bajos de Gran Bretaña.

6 comentarios:

  1. estimado doctor ,me resulta sumamente intrigante imaginarque su cuarto libro ,sea dedicado a las victimas. Comenzando por las de JACK y entreviendo sucesivos crimenes cometidos a lo largo de la historia por asesinos seriales,y que de su pluma de escritor,desarrollesemejanzas,si es que lasusted considera que las hay,en los modos operando, de los que ejecutan dichos crimenes .incluyendo a los contemporaneos ,de ese modo estoy segura seria un libro enriquesedor ,y un homenaje postumo alas victimas y de en mala hora ARCHI Famosos ASESINOS .me encantaria esta una obra viniendo de un exelente y miticuloso investigador como usted EXITOS

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  2. Un blog muy interesante, lleno de datos y erudición. Discrepo con usted respecto a su opinión sobre la "candidatura" de James Maybrick. Si ha leído usted el documentadísimo libro de Paul Feldman, como supongo ha hecho,habrá de admitir que su invetigación fue concienzuda y sitúa a Maybrick como un Destripador bastante creíble.
    Saludos cordiales.

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  3. Amigo José Luís Piquero

    Muchas gracias por interesarte por este modesto blog.
    Será un gusto tener en el futuro tus comentarios.
    Si te parece bien puedes mandarme tu mail (el mio como sabrás es gabpombo@gmail.com) y así seguimos una comunicación más fluida.
    Si deseas con sumo agrado te envío en forma gratuita el texto de mis libros para que los descargues vía mail tal cual he hecho con otros seguidores de este blog.
    Cordiales saludos.

    Gabriel Pombo.

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  4. me despido gratamente de este blog ya que encuentro que mis comentarios estan fuera de lugar y carecen de su interes exitos se que los tendra sin duda hasta siempre

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  5. Interesantísimo blog!! A por el libro que voy : ) Bueno, aquí una ripperóloga aficionada.......y en unas semanas quiero empezar mi blog sobre el tema (basando sobre todo en casebook.org, Sudgen, Begg y el maravilloso Ultimate Sourcebook) Alguna cosa puse ya en mi blog, pero poca cosa. Saludos a todos

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  6. Ya adelanto que me inclino porque el asesino de Whitechapel era un hombre del barrio que no llegó a figurar en los archivos policiales: un don nadie. Aunque Hutchinson, Barnett y Robert Mann no son malos sospechosos. Francis Tumblety tampoco

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Gracias por comunicarse con Gabriel Pombo.