La historiadora británica Hallie Rubenhold autora de singular hipótesis sobre las víctimas canónicas de Jack the Ripper
La teoría que mayor repercusión mediática gozó a lo largo de este año 2019 que está a punto de concluir se debió al ensayo e investigación elaborado por la bonita historiadora inglesa de 48 años Hallie Rubenhold, cuya fotografía se observa supra al lado de una de las portadas de su exitoso libro "The five" ("Las cinco"), cuyo título alude a las cinco presas humanas consideradas "canónicas" del asesino serial tildado "Jack el Destripador", a saber: Mary Ann "Polly" Nichols, Annie "La morena" Chapman, Elizabeth "Long Liz" Stride, Catherine "Kate" Eddowes, y Mary "Jeanette" Kelly.
Hallie Rubenhold no propone que todas las víctimas canónicas no hubiersen ejercido el meretricio al tiempo de ser asesinadas en el año 1888 en el villorrio de Whitechapel, este de Londres, pero sí postula que tres de aquellas infortunadas féminas nunca fueron prostitutas, y también asegura, contradiciendo las pruebas forenses y testimonios registrados en encuestas judiciales, que su asesino las ultimó mientras dormìan en las calles.
Admite que Mary Kelly y Elizabeth Stride sin duda lo eran, pero niega tal oficio a cargo de las restantes: Polly Nichols, Annie Chapman y Catherine Eddowes.
La historiadora se ha quejado de haber recibido insultos machistas en las redes, e incluso amenazas.
Si así ocurrió, por cierto que tal actitud en su contra es inaceptable y merecedora del mayor repudio.
Sin embargo, no podría menos que destacarse que firmes evidencias surgidas de las encuestas judiciales instruidas por los decesos de estas occisas contradicen la hipótesis de venimos comentando.
En el caso de Polly Nichols y de Annie Chapman parecería haber prueba irrefutable de que al momento de ser asesinadas estaban practicando su único medio posible de supervivencia.
La sugerencia de la historiadora de que estas mujeres fueron sorprendidas por su asesino mientras estaban dormidas en plena calle, y el criminal aprovechó esa indefensión para matarlas no se sostiene.
En la pertinente encuesta judicial de Polly Nichols, por ejemplo, luce la declaración de su amiga la reconocida meretriz Emily "Ellen" Holand, quien describió su conversación con la víctima momentos previos a ser esta encontrada muerta en la madrugada del 31 de agosto de 1888. Mary Ann Nichols le mencionó a su amiga "Tres veces obtuve los cuatro peniques necesarios para pagar la cama, y las tres veces me los bebí".
Cuatro peniques, como es sabido, resultaba el importe que valía una cama de alojamiento en las malhadadas pensiones de ese distrito londinense. Pese al ruego de Ellen de que no se siguiera arriesgando y volviera al alojamiento junto a ella, pues ya eran las 2 y 30 de la madrugada, Nichols, muy ebria ya, se negó alegando que estaba segura que iría a conseguir los clientes precisos para lograr el dinero que costaba el lecho.
La sugerencia de la historiadora de que estas mujeres fueron sorprendidas por su asesino mientras estaban dormidas en plena calle, y el criminal aprovechó esa indefensión para matarlas no se sostiene.
En la pertinente encuesta judicial de Polly Nichols, por ejemplo, luce la declaración de su amiga la reconocida meretriz Emily "Ellen" Holand, quien describió su conversación con la víctima momentos previos a ser esta encontrada muerta en la madrugada del 31 de agosto de 1888. Mary Ann Nichols le mencionó a su amiga "Tres veces obtuve los cuatro peniques necesarios para pagar la cama, y las tres veces me los bebí".
Cuatro peniques, como es sabido, resultaba el importe que valía una cama de alojamiento en las malhadadas pensiones de ese distrito londinense. Pese al ruego de Ellen de que no se siguiera arriesgando y volviera al alojamiento junto a ella, pues ya eran las 2 y 30 de la madrugada, Nichols, muy ebria ya, se negó alegando que estaba segura que iría a conseguir los clientes precisos para lograr el dinero que costaba el lecho.
A su vez, también consta en la encuesta judicial que unas horas antes se había ufanado ante el suplente del encargado de su pensión del sombrerito nuevo que llevaba puesto, diciéndole que estaba segura de hallar clientes esa noche, pues se creía muy deseable y mejor vestida que de costumbre.
"Esta noche será mi noche de suerte, mira que lindo sombrerito llevo", expresó Polly, según surge consignado en las actas judiciales.
Por su parte, por solo citar una evidencia de que la víctima Annie Chapman, movida por la necesidad extrema, ejercía en sus momentos finales el oficio más viejo del mundo, baste con señalar que su cadáver fue hallado tendido, con sus terribles mutilaciones expuestas, en un callejón de la calle Hanbury donde las meretrices practicaban su oficio llevando allí a sus clientes..
El caso de Catherine Eddowes, admito que podría ser más dudoso, aunque no hay dudas de que fue vista por tres hombres hablando con un posible cliente instantes previos a su asesinato en la plaza Mitre.
"Esta noche será mi noche de suerte, mira que lindo sombrerito llevo", expresó Polly, según surge consignado en las actas judiciales.
Por su parte, por solo citar una evidencia de que la víctima Annie Chapman, movida por la necesidad extrema, ejercía en sus momentos finales el oficio más viejo del mundo, baste con señalar que su cadáver fue hallado tendido, con sus terribles mutilaciones expuestas, en un callejón de la calle Hanbury donde las meretrices practicaban su oficio llevando allí a sus clientes..
El caso de Catherine Eddowes, admito que podría ser más dudoso, aunque no hay dudas de que fue vista por tres hombres hablando con un posible cliente instantes previos a su asesinato en la plaza Mitre.
No obstante ello, en la instrucción judicial por su óbito su pareja John Kelly y otros conocidos negaron que ejerciera la prostitución y, de hecho, había arribado a Whitechapel poco antes del 30 de septiembre de 1888 donde sería ultimada de manera atroz. Antes había estado, con su pareja John Kelly, segando lúpulo en la ciudad de Kent, labor zafral que le permitió disponer de unos chelines que ya había gastado, sobre todo bebiendo alcohol, en su estancia al distrito del este de Londres.
En realidad Kate había acudido allí con el propósito de requerir dinero prestado a su hija casada, en la creencia de que la misma aún se afincaba en esa localidad.
Empero, la joven se había mudado bastante tiempo antes, como Eddowes descubrió con disgusto al llamar a la puerta de la vivienda donde suponía que aquella residía. Se especula que la hija estaba harta de los pedidos de dinero de su madre y deliberadamente le proporcionó una dirección falsa.
Empero, la joven se había mudado bastante tiempo antes, como Eddowes descubrió con disgusto al llamar a la puerta de la vivienda donde suponía que aquella residía. Se especula que la hija estaba harta de los pedidos de dinero de su madre y deliberadamente le proporcionó una dirección falsa.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Gracias por comunicarse con Gabriel Pombo.