domingo, 17 de enero de 2021

Jill la Destripadora: la mujer que fue Jack el Destripador

TEORIAS SEGÚN LA CUAL JACK THE RIPPER FUE UNA MUJER. LA MODISTA ASESINA.
En materia de ficciones que identifican a Jack the Ripper como un asesino del sexo femenino no puede olvidarse que la idea de que se trató de una mujer movida por sed de venganza ya había tenido cabida antes de ser divulgada la tesis de la partera criminal planteada en el ensayo debido a la creación de Mr. William StewarT que expusimos en nuestra nota anterior. Ello no desmerece el hecho de este último escritor fue quien tuvo el mérito de ser el primero en proponer con visos de seriedad la hipótesis de una sádica “Jill the Ripper” en sustitución del clásico “Jack the Ripper” como una formulación plausible en el marco de un libro de no ficción. Pero ya por el año 1937 vio la luz pública la novela de Edwin Woodhall rotulada: “Jack the Ripper, or wen London walked in terror” –“Jack el Destripador, o cuando en Londres caminaba el terror”–. En dicho relato se suministraría el imaginario nombre ruso de Olga Tchkersoff a la feroz criminal responsable de los destripamientos. La mujer protagonista de aquella historia no ejercía como partera sino que se trataba de una meritoria costurera que enloqueció de rabia cuando su otrora inocente hermana menor –la cual se había convertido en meretriz inducida por nuestra ya tan familiar Mary Jane Kelly– falleciera a raíz de una septicemia contraída en el decurso de un aborto mal practicado. La vengativa inmigrante rusa residente en Londres juró destrozar a la corruptora y, de paso, a la mayor cantidad posible de mujeres de ese oficio. Para tal fin, vistiendo ropas masculinas por ella misma confeccionadas, deambularía por los bajos fondos cebándose en las prostitutas del modo que la historia registra, y enviando cartas a la prensa bajo el seudónimo de “Jack the Ripper” a los efectos de desviar de sí las sospechas. Alan Moore a través de viñetas dibujadas en el apéndice de su aplaudido comic “From Hell”, sintetizará la trama de esta propuesta haciendo alarde de su característica refinada ironía: “…Edwin Thomas Woodhall escribe “Jack the Ripper: or wen London walked in terror”, y proporciona un nuevo sospechoso. Olga Tchkersoff. Según Edwin Woodhall, Tchkerrsoff, una inmigrante rusa pobre, se había asentado en Londres con sus padres y su hermana pequeña Vera. La muchacha se hizo prostituta, y murió de septicemia tras un aborto. Vera había sido introducida en la prostitución por Mary Jane Kelly. Podeis imaginar como se sintió Olga al respecto. Todo el mundo parece estar de acuerdo en que el verdadero objetivo era Mary Jane Kelly que había corrompido a la hermana de Olga Tchkersoff, y que los restantes crímenes de prostitutas fueron una distracción para hacer creer que un asesino en serie estaba activo y desviar Olga de si la atención policial. Sigue existiendo la misma asunción tácita de fondo: algo tuvo que hacer para merecer eso…”. Pero en definitiva Olga Tchkersoff no pasa, pues, sino de conformar otra fabulada imagen que desde el mundo de la ficción se le endilga al proteico Jack the Ripper. No hay pruebas eficaces para avalar su existencia real más allá de las descripciones y de las afirmaciones formuladas por el autor del libro que propone la idea de la aparición en escena de una mujer a la cual el dolor y la indignación precipitaron en el desquicio mental y en la sádica venganza.

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